Me dispongo a relatar un trozo de la obra de P.Süskind, el perfume :
En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concedible para el hombre moderno. Las calles apestaban a estiercol, los patios interiores hedían a orina, los huecos de las escaleras atufaban a madera podrida y excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación, a polvo enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a hedredónes húmedos y al penetrante olor dulzón de los orinales [...]. Hombres y mujeres apestaban a sudor y a ropa sucia; en sus bocas apestaban los dientes infectados, los alientos olían a cebolla y los cuerpos, cuando ya no eran jóvenes, a queso rancio, a leche agria y a tumores malignos. Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los puentes y en los palacios.
el perfume
miércoles, 5 de diciembre de 2007
Publicado por tu gran dios PreDaTor en 21:53
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2 comentarios ... ahora te toca a ti!!:
aaa la vi la vi
la peli digo
ta xula
pero en el examen de lengua nooo!!
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